Después de la crisis masculina de las últimas décadas, causada por el despertar de lo femenino y la consecuente crisis colectiva de identidad y roles, creo que ha llegado el momento de comenzar a construir una relación sana, primero que nada, con nuestro masculino y nuestro femenino. El tipo de hombre necesario para afrontar los tiempos que se avecinan definitivamente no es aquel con esmalte en las uñas y un pañuelo en el bolsillo. Es necesario despertar el arquetipo del guerrero. ¿Cómo es un hombre con carácter? En primer lugar, es un hombre que ha integrado lo femenino dentro de sí.
¿Cómo es un mundo donde lo femenino es silenciado y aniquilado? Bueno, es un mundo de mierda y lo conocemos muy bien. Un hombre que ha integrado su parte femenina es un hombre fuerte, seguro, que hace lo que se debe hacer independientemente de los caprichos de su personalidad. Es un hombre con bases sólidas, dado que lo femenino es intuición, inteligencia emocional, creatividad, sentimientos, cuidado y amor. Un hombre íntegro es aquel que crea en conexión con su alma, con su mundo interior. Es un hombre despierto, dulce como la miel y catastrófico como un huracán, según lo requiera el momento presente.
Es un hombre con ideales firmes, con un sistema de valores sólido. No está dispuesto a hacer concesiones y protege la belleza, los valores, a los indefensos.
Ah, ¡y no compra autos eléctricos!
Alessandro Lucatuorto
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