Cuanto más pasa el tiempo, más significado adquiere mi vida.
Tengo recuerdos bastante vívidos de mi infancia.
Llegaba directo desde el plano astral, listo para amar y compartir.
Luego descubrí que eso no era posible; las condiciones a mi alrededor no eran las adecuadas.
Entonces, me dormí temporalmente. ¿Qué demonios hago aquí? me preguntaba.
Ahora que las Fechas se acercan, mi alma comienza a regocijarse, a despertarse.
Ahora puedo ver todo el hilo de conexión de mi vida, de los eventos que la han caracterizado hasta ahora. Todo tiene sentido.
De adolescente, cuando miraba hacia la espiritualidad, estaba dividido: por un lado, la repudiaba; por otro, me resultaba demasiado familiar, como si algún día me acercaría a ella.
Ahora todo está claro. Mi descenso a las tinieblas, las drogas, los abusos, todo lo que elegí atraer, lo tenía que atraer. Nunca cometí ningún error.
Esta guerra la he esperado desde siempre. Estoy aquí para luchar, para contribuir a la Victoria de la Luz.
De adolescente solía tener sueños distópicos: campos de concentración, dictaduras tecnológicas, refugios antinucleares… Siempre lograba escapar.
Todo esto está en mi programación, como lo está el florecer para una flor cuando ciertas condiciones naturales se cruzan.
Rara vez he mirado hacia atrás si no es para avanzar. Mi sueño, mis inversiones libidinales, todas van hacia el futuro.
Durante los sueños lúcidos a menudo se me han mostrado realidades de extrema importancia para mi camino.
Soy amado, protegido, guiado. Y eso me llena de una alegría incontenible que a menudo me conmueve.
Quien trama contra mí, lo hace contra un batallón entero. En el mango de mi espada está el agarre de muchas manos invisibles.
Estoy agradecido con la Jerarquía por haber confiado en mí. Lucharé hasta el final de mis días. Una flor no puede ser otra cosa. La semilla que hay en mí solo puede florecer según la programación que elegí junto al cielo.
Y lo mismo vale para ti que lees esto. Si tan solo dejaras de tener opiniones personales y finalmente empezaras a Observar, descubrirías tesoros de un valor incalculable.
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